martes, 27 de agosto de 2019

El circo

¡Madre solo hay una!, imagínense qué queda para una abuela.

Lucia, es ese tipo de doña que se desvive más por disfrutar a sus nietos en vez de estar pendiente de medirse la azúcar o de aplicarse tratamiento para las arrugas. Es la abuela de doce chamitos, pero por razones de distancia, trabajo o resentimientos solo tiene contacto con dos... los padres de Miguel y Pedrito no han tenido la suerte laboral de sus hermanos, sin embargo resuelven y además visitan a la abuela Lucia a diario.

Llegó el circo al pueblo, un carrito pasa a cada hora anunciando su presencia, ¡el circo Carrusel, el circo! Por ser inauguración las entradas están un poco costosas, Miguel, el nieto más grandecito y entiende la situación, mientras que Pedrito hasta en el piso se tira cuando le dicen que no hay plata pa'eso.
¡El circo y sus funciones!, se escuchan comentarios graciosos en la calle, y los vecinos a doña Lucia comentan: vaya a vender sus tetas en la entrada del circo ¡este calor está pa'locos! 
Después de un mes el mismo carrito anuncia la rebaja en los precios de las entradas, Miguel pregunta a sus padres si ya pueden ir, él sueña con ver a los malabaristas y convertirse en uno famoso, la mamá responde que "en otra oportunidad será, busca a tu hermano que nos vamos pa'donde la abuela". 
Es una tarde típica en casa de doña Lucia, a Xiomara su hija: últimadamente chica me voy con mis nietos pa'el  circo.

Justo por el frente del lugar deseado por sus nietos está un fotógrafo esperando una composición perfecta de imagen, y ella sin saber inmortalizan su caminata.
El fotógrafo captura a doña Julia agarrando con cada mano a Miguel y a Pedrito en la entrada de el circo.


Kari Deflores 

24/08/2019
7:00 pm
(Inspirada en una abuelita con dos niños camino al circo en Bata, pero imaginando a mí abuela y sus bisnietos en Venezuela)